Al llegar a Ezeiza, los ánimos fueron bien distintos. Falcioni se retiró con un silenzio stampa. Angelici dijo que se va a reunir con los referentes del plantel y luego con el DT. Un astuto Riquelme, declaró como si nada e involucró a los periodistas que habían viajado con ellos: "Ustedes vieron que no pasó nada".
Al bajar del avión el capitán de Boca se detuvo a hablar con los periodistas intentando poner paños frios a un vestuario que terminó extremadamente caliente y soltó: "Mañana entrenamos a las 9:30".
Consultado sobre la discusión con Falcioní, ironizó: "Yo no niego nada, son cosas que pasan en el vestuario".
Con respecto al partido en sí, sentenció: "No pasa nada. Tampoco está mal el empate, lo importante es clasificar a la siguiente fase. Queremos jugar cada vez mejor".
Le preguntaron si Falcioni había renunciado: "Ya dije que mañana entrenamos a las 9:30. Viajamos toda la noche tomando mate, me pregunatn a mí que recién bajo del avión. Yo no se nada. Nosotros estámos contentos con el entrenador, creemos que él está contento con el equipo".
Terminó diciendo: "Tenemos charlas con el entrenador, lógicas. Yo no me enfrente con él, fue algo normal".
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