En medio de la tensión diplomática por la soberanía de las Islas Malvinas, armada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la respuesta inglesa con el envío del Principe William al archipiélago, AFA hizo causa común con el gobierno nacional, además de con el negocio, con el "patriotismo" y denominó al torneo Clausura "Crucero General Belgrano" y a la Copa "Gaucho Rivero".
El Crucero General Belgrano fue hundido por un submarino nuclear británico el 2 de mayo de 1982, en plena guerra de Malvinas, cuando navegaba en zona de exclusión y, en cuyo naufragio murieron 323 soldados argentinos.
El trofeo se llama "Gaucho Rivero" por Antonio Rivero, un argentino que vivía en las Islas a comienzos del siglo XIX e hizo flamear la bandera celeste y blanca en rebeldía por la ocupación de los primeros ingleses en 1833.
Los nombres fueron impuestos por el gobierno nacional, que junto a la AFA, tiene los derechos televisivos del mencionado certámen.
Grondona, viejo zorro, aún no oficializó los nombres que le bajaron del Gobierno y que en las transmisiones de los partidos se reiteraron hasta el hartazgo, esperando que repercusión iban a tener y sobre todo, que piensa de todo esto la entidad madre del fútbol mundial, FIFA.
Desde el gobierno esperan que esta noche en la reunión de Comité Ejecutivo, se confirmen. Don Julio está por enésima vez entre la espada y la pared, pero sabido es que nada lo roza siquiera y sigue deando batalla desde el sillón de Viamonte.
De aprobarse los nombres, AFA debe enviar un pedido formal a FIFA para que autorice el nombre del torneo.
Hasta ahora la FIFA nunca prohibió ningún nombre en ningún lugar del mundo, y en Argentina hay un antecedente, en 1982, después de la guerra de Malvinas, el torneo de Primera División fue llamado "Soberanía Nacional 1982".
Lance publicó ayer que FIFA podría sancionar a la AFA por infringir el artículo número tres del reglamento, que prevé sanciones por discriminaciones políticas.
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