Después de muchas idas y venidas, Boca Juniors consiguió a través de una compañía holandesa un seguro que cubriría, en dinero, mucho menos de lo que pretenden Curti (Representante del jugador) y Fiorentina (dueño del pase), por eso Roncaglia no se concentró y la dirigencia, en represalia, no quería que viaje.
Juan Román Riquelme, el capitán, convenció a las partes y el autor del gol en la final de ida se subió al avión que está llevando a Boca a San Pablo.
El defensor arregló el viernes la extensión de su contrato, lo que demuestra la buena voluntad a pesar del maltrato, la falta de respeto que tuvo que soportar el jugador que quedó libre por haber cobrado durante 5 años un "primer contrato" a pesar de haber sido campeón y haber jugado en Europa. La póliza que "consiguió" Boca es por fallecimiento y un "accidente" grave, existiendo los seguros para deportistas, es el enésimo "maltrato".
Todavía hay posibilidades de conseguir una mejor poliza de seguro y así poder contar con el lateral para la gran final, de no ser así su lugar sería ocupado por Franco Sosa o por Sanchez Miño, quien ocuparía el lateral izquierdo y Clemente pasaría al derecho.
De esta manera, Boca Juniors formaría mañana ante Corinthians con: Agustín Orión, Facundo Roncaglia, Franco Sosa o Clemente, Rolando
Schiavi, Matías Caruzzo y Clemente Rodríguez o Juan Sanchez Miño; Pablo Ledesma, Leandro Somoza,
Walter Erviti; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche y Santiago Silva.
El plantel una vez arribado a Brasil se alojará en hotel Hilton de Sao Paulo, almorzará, dormirán la siesta y para
esta tarde tiene programado un entrenamiento liviano en el estadio Pacaembú.
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