Un grupo de 16 jugadores de las escuelas que Boca Juniors tiene en El Salvador estuvieron entrenando una semana en Casa Amarilla.
En el Complejo Pedro Pompilio también se albergó a los padres de los chicos.
“Por primera vez deciden abrir Casa Amarilla a una escuela de fútbol, y es El Salvador a quien le dicen que se quede
ahí. Empieza todo un programa de conocimiento de la cultura argentina desde que llegan. Van a sacar un documental de lo que es vivir esa experiencia a partir de lo que vivió el equipo salvadoreño y lo van a promover a todo el mundo donde hay escuelas y nosotros vamos a ser los abanderados”, explicó Mariano Olazábal, encargado de publicidad y marketing de la sede
salvadoreña.
Nicolás Gómez Dearmas, coordinador de las escuelas de Boca Juniors en El Salvador, encabezó al grupo que tuvo tiempo para trabajar enfocado en un calendario en el que se hizo mucho
trabajo físico y con pelota, bajo la supervisión de Óscar Aquino, preparador
físico que tuvo a sus órdenes a jugadores como Rodolfo Arruabarena y Aníbal Matellán, entre otros.
Los salvadoreños entrenaron en el complejo de fútbol de Casa Amarilla, y tuvieron
momentos para ver patear tiros libres a Riquelme.
La delegación salvadoreña fue atendida como a verdaderos profesionales. Un
día después de llegar a Casa Amarilla tuvieron una charla-conferencia con
Guillermo Barros Schelotto, quien llegó a su país exclusivamente para conversar
con ellos.
“Ese mismo día tuvimos una charla del reglamento con Héctor Baldasi, árbitro
internacional que estuvo en dos mundiales. Uno de los chicos le preguntó hasta
si le hubiera gustado ser jugador de fútbol y le dijo que sí, que al principio
quería ser jugador de fútbol pero no lo fue porque no servía”, explicó Nicolás
Dearmas.
Dentro del trabajo realizado, Gastón Pernía y Óscar Aquino dieron el visto
bueno al grupo y vieron buenas condiciones en algunos jugadores que demostraron
tener capacidades para jugar profesionalmente.
“Hay dos o tres jugadores que gustaron bastante, no podemos dar detalles,
pero escuchar que ellos digan la palabra ‘este un crack’ no te lo dice
cualquiera en Boca. Esa palabra es muy sagrada y que me la hayan
dicho me llena de mucho orgullo y yo creo que hay uno o dos que realmente son
cracks y si las cosas se dan como se tiene que dar, dentro de tres o cuatro años
estamos hablando de otra cosa: lo estamos esperando en el aeropuerto con un montón de gente para hacerle un reportaje”, añadió Dearmas.
Los salvadoreños jugaron un partido contra un combinado de las inferiores Xeneizes que ganaron el partido "amistoso".
Fuente: laprensagrafica.com
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