Un joven de 29 años de edad, Luciano Vázquez, sufrió un paro cardíaco en La Bombonera y llegó clínicamente muerto a
la enfermería del club, situada a pasos del vestuario local y debajo de la
plateas.
Gracias que el Club Atlético Boca Juniors cuenta con desfibriladores muy bien distribuidos, uno de los pocos estadios de Sudamérica "Cardioprotegidos", pudieron reanimarlo, salvarle la vida y trasladarlo al hospital Argerich.
Boca hace años que cuenta con estos costosos aparatos, pero que se justifican mil por ciento cuando ocurre algo como lo de anoche y además siguió sumando complejos instrumentales y personal entrenado para este tipo de situaciones, como el control permanente en todo el estadio de 25 socorristas con desfibriladores
automáticos para la prevención y el tratamiento de la muerte súbita, ubicados en lugares estratégicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario