El "Bicho" de la mano del "Bichi"

Argentinos Juniors por la decimoctava fecha del Clausura 2010 derrotó en el Diego Armando Maradona a Independiente por 4 a 3, luego de estar 1-3 abajo a falta de 15 minutos para concluir el encuentro y con el empate de Estudiantes de La Plata de local en cancha de Quilmes ante Rosario Central por 0 a 0, quedó como único puntero a falta de una jornada para la finalización del campeonato.

En lo que fue un partido vibrante hasta el último segundo de juego, el “Bicho” empezó ganando 1-0 con gol de Pavlovich (26´) pero al minuto el gol olímpico de Leonel Núñez dejó en silencio a La Paternal, el centro desde la izquierda se metió en el segundo palo de Ojeda, que había ingresado por la lesión de Peric a los 16 minutos. Los locales siguieron dominando pero no podían concretar en la red el mismo.

A los 2 minutos del segundo tiempo el “Chipi” Gandín que había ingresado por la lesión de Andrés Silvera a los 20 minutos de partido, puso el 2-1 y desde ese momento se paralizó el juego de los de Borghi, el “Rojo” comenzó a prevalecer en las acciones y perdió infinidad de situaciones de gol, hasta que volvió a aparecer el “gordo” y puso el 3 a 1 a los 21 minutos.

El punto de inflexión en el encuentro lo marcó el técnico de Independiente Américo Rubén Gallego cuando a los 27 minutos sacó a Núñez y puso a Gabriel Vallés, por lo que pasó a jugar con un “doble cuatro” junto con Vella y sin su delantero goleador, lo que envalentonó a los del “Bichi” que con menos fútbol que coraje a los 28 minutos descontaron a través del “Buitre” Pavlovich.

Sabiendo que el “Pincha” seguía 0 a 0, con mucha “vergüenza deportiva”, el "Bicho" buscaba el empate y los de Avellaneda se refugiaban en su campo, a los 45 minutos Sabia consigue el 3 a 3; El “Gigante” Maglio, árbitro del evento, da cuatro minutos de tiempo adicionado al reglamentario y en el segundo minuto, Matías Caruzzo el capitán y emblema del equipo le dio el triunfo a los de La Paternal, lo que desató la locura en el estadio.

Fue conmovedor ver a niños, jóvenes, ancianos y jugadores llorando por igual y más aún cuando los "players" son de los que "traban con la cabeza" como Ortigoza y Canuto, esto emocionaba a propios y extraños, fue tremendo el despliegue y la entrega de José Luis Calderón a los 39 años de edad, metiendo y corriendo más que un pibe de 20 y con la inteligencia de un veterano, combinación perfecta de lo que se necesita para jugar esta clase de partidos.

Ahora todo está en manos de Argentinos que si le gana a Huracán el próximo partido en el Palacio Tomás Adolfo Ducó se consagrará campeón por tercera vez en su historia, luego de haber obtenido el Metropolitano 1984 y el Nacional 1985, al margen de lo que suceda entre Colón de Santa Fe y Estudiantes de La Plata.