El Barcelona por la semifinal de la Champions League derrotó de local al Inter por 1 a 0 con gol de Piqué a los 84 minutos y tras haber perdido el martes pasado en el Giuseppe Meazza 3-1, acabó con la ilusión de jugar la final en el Santiago Bernabéu.
A pesar de haber sido beneficiado por el árbitro belga Frank De Bleeckere, que entre otras cosas expulsó a Thiago Motta del Inter a los 28 minutos del primer tiempo y convalidó el gol que debió anular por clara posición adelantada, el Barça no pudo eliminar al puntero de la liga italiana.
Con 93.000 catalanes eufóricos y “motivados” por las declaraciones de Piqué entre otros jugadores del local, con el “odio” que le tomaron a José Mourinho y el morbo de poder ganar la final en Madrid, en el estadio de su eterno rival, los que festejaron fueron los 5.000 italianos que llegaron a alentar a los “nerazzurri”.
El partido fue malo, con una gran carga emotiva dado a que el resultado estuvo abierto hasta el final, los de Milano defendieron el 3-1 conseguido como locales, el Barcelona buscó todo el partido, por todos los sectores del campo, pero no pudo con un equipo bien plantado defensivamente.
Los argentinos del Inter salvo Diego Milito (porque el team del Portugués casi no atacó) tuvieron una excelente actuación, Esteban Cambiasso, Walter Samuel y Javier Zanetti junto con los brasileros Maicon y Lucio hicieron un bloque defensivo impenetrable para los culés.
En los de Guardiola, no hubo ningún jugador a destacar por sobre el resto, a pesar de haber atacado durante los 94´ del juego; Lionel Messi tuvo otro pobre partido como lo viene haciendo en los últimos cinco disputados, en los que además no convirtió goles por lo que da para pensar: ¿Es este el “Lio” que se verá en el Mundial o el de hace dos meses?
A pesar de haber sido beneficiado por el árbitro belga Frank De Bleeckere, que entre otras cosas expulsó a Thiago Motta del Inter a los 28 minutos del primer tiempo y convalidó el gol que debió anular por clara posición adelantada, el Barça no pudo eliminar al puntero de la liga italiana.
Con 93.000 catalanes eufóricos y “motivados” por las declaraciones de Piqué entre otros jugadores del local, con el “odio” que le tomaron a José Mourinho y el morbo de poder ganar la final en Madrid, en el estadio de su eterno rival, los que festejaron fueron los 5.000 italianos que llegaron a alentar a los “nerazzurri”.
El partido fue malo, con una gran carga emotiva dado a que el resultado estuvo abierto hasta el final, los de Milano defendieron el 3-1 conseguido como locales, el Barcelona buscó todo el partido, por todos los sectores del campo, pero no pudo con un equipo bien plantado defensivamente.
Los argentinos del Inter salvo Diego Milito (porque el team del Portugués casi no atacó) tuvieron una excelente actuación, Esteban Cambiasso, Walter Samuel y Javier Zanetti junto con los brasileros Maicon y Lucio hicieron un bloque defensivo impenetrable para los culés.
En los de Guardiola, no hubo ningún jugador a destacar por sobre el resto, a pesar de haber atacado durante los 94´ del juego; Lionel Messi tuvo otro pobre partido como lo viene haciendo en los últimos cinco disputados, en los que además no convirtió goles por lo que da para pensar: ¿Es este el “Lio” que se verá en el Mundial o el de hace dos meses?